
La muralla estaba protegida por once baluartes y baterías artilleras. Cerraba los principales edificios públicos y privados de la villa dejando fuera los barrios del Placer, Areal, Berbés y Falperra. Se abría al exterior por “Siete puertas“: tres en la costa y cuatro en el interior.
En la actualidad las calles del Casco Vello están repletas de señales rojas pintadas en el suelo. Se trata del perfil de la antigua muralla de la ciudad y cada uno de ellos indica que por esa zona pasaba la muralla y señala una ruta guiada que el Concello acaba de poner en marcha.
BATERIA O BALUARTE DE “LA PIEDRA”


Las Plazas diferenciaban a los barrios, así estas plazas se distinguían por ser “Religiosas y Administrativas”. La plaza tenía en principio el nombre de “Plaza de JUAN DE VILLAVICENCIO” se llamó así en honor a un capitán de navío, y fue renombrada por “Plaza de la Piedra” que viene de la traducción al castellano de “La Laxe”. Uno de los primeros baluartes de la ciudad. En tiempos del Franquismo se celebraba un mercado donde se podían conseguir de contrabando muchos productos extranjeros difíciles de encontrar en los establecimientos del lugar. Continuó este mercado al ser construidos locales cerrados en el lugar que ocupaba la Muralla. En la esquina junto a las escaleras de bajada a Pescadería una cafetería llamada “Oasis” ocupaba la esquina.
El mercado lo formaban los puestos que con dos caballetes y unas tablas, se cubrían con un toldo. Los vendedores llevaban el material en unos grandes cajones con ruedas y se instalaban en el lugar.

Allí se vendía de todo: Relojes, radios, hojas de afeitar, tabaco, paraguas, pañuelos de seda, colonias, medias, guantes, lencería fina, e incluso papilla para niños que desgraciadamente no era fácil de adquirir así como “La Penicilina”, un medicamento que después de la guerra era tan apreciado como el Oro, era vendida de forma clandestina, y los que podían comprarla lo hacían para curar infecciones que de no ser administrada a los enfermos les causaba la muerte. La Guardia Civil aparecía en el lugar de cuando en cuando, y requisaba todo el material que se estaba vendiendo. Recuerdo que cuando esto sucedía, cada vendedor llevaba lo que podía y los escondía en domicilios cercanos. Nosotros como niños ayudábamos en esta tarea para que salvaran su mercancía, y así disminuir las pérdidas que sufrían.¡Lo que aun hoy no acabo de entender es que consintiesen la venta diaria y cuando ya estaban confiados los acorralaran!
Existía una Bajada, justo en el lugar en donde aun se conservaba parte de la Muralla.

El “Restaurante Mosquito” en la misma Plaza, debe su nombre a la presencia de este insecto y su relación con el vino, “tenía en su letrero un mosquito en el borde de una chiquita con vino . Este restaurante hizo su primera aparición en la famosa Guía Michelín, de 1.956, destacando su elaborada gastronomía al mismo tiempo que detallaba la calidad de todos sus productos. Innumerables las visitas de nuestros vecinos “Portugueses”, pudientes, porque era caro, ya que La Centolla, Nécoras y Langosta ¡Sí eran apreciados!.

La Piedra también como lugar de venta de las “LEITEIRAS”.

Portaban las tinajas sobre la cabeza y para posarlas encima y amortiguar y soportar su peso usaban “MOÑOS” (Un pañuelo que enrollaban como una rosca y se ponían en la cabeza debajo del peso que llevaban encima). y la gente acudía con recipientes a comprar la Leche.
Algunas de ellas se la llevaban a sus clientes habituales a sus casas. Estas mujeres que tenían vacas y otros animales en el Rural, entraban a la Ciudad por unos pasos “Fielatos” las casetas de cobro de los arbitrios y tasas municipales sobre el tráfico de mercancías y obligaban a pagar por la mercancía que portaban. Una de las que recuerdo estaba situada a la entrada de la Gran Via, hacia Las traviesas.


Se solía juntar por los clientes, los residuos orgánicos de comida que al traer la leche llevaban con ellas para darle de comer a sus animales (cerdos, pollos, conejos etc) y antes de las fechas Navideñas, ellas obsequiaban regalando un Pollo de Corral normalmente vivo, producto escaso, y que se comía en estas fechas . Nosotros lo teníamos en el balcón y le dábamos de comer ¡daba pena después, porque sabíamos su destino!.
Unas escaleras grandes y anchas de piedra bajaban a la “Calle Pescadería”, esa que todo Vigo llama “Calle de las Ostras” para probar las famosas ostras que traían cuatro mujeres todos los día procedentes de Arcade parroquia que se localiza en el ayuntamiento de Sotomayor-Pontevedra. Ala mitad de la bajada de estas escaleras existía un callejón con salida a la Calle “Oliva” saliendo en el lateral de la Colegiata. Esta travesía estrecha estaba descuidada y llena de telas de araña. ¡Cazábamos moscas y las colocábamos en la tela de araña esperando a que saliera y se la comiese.! ¿crueldad? , ¡decirme quién no ha matado una mosca en su vida!. Las moscas también “Matan a las arañas“.Las larvas “se lanzan sobre las arañas” para aterrizar sobre ellas y escarbar en su abdomen. Luego se comen a la araña de adentro hacia afuera. Pero si las arañas no han madurado, las larvas entran en hibernación unos cuantos años hasta que la araña crece y se convierte en un banquete.

Al pié de esta muralla la antigua “Calle de San Antonio” coincide esencialmente con lo que hoy es “Teófilo Llorente” por un lado “Calle Pescaderías” y la izquierda al “Berbés”. Hacia el mar un solar vacío, lleno de maleza y escombros en donde fué construido el edificio “La Casa América” un centro de formación de emigrantes que organizaba cursos y tenía servicio de residencia, porque recibía a hijos de emigrantes especialmente de América. En la actualidad depende del Ministerio de Trabajo y en él se alojan las sedes del Servicio Español de Empleo, la Inspección de Trabajo y Emigración siendo hoy el Instituto Español de Emigración.

Al lado de la “Casa de América” La Mala Real Inglesa, una de las más importantes armadoras de la época. (Royal Mail Steam Packet Co, y para abreviar Royal Mail y de Correo Real que significaba este nombre degeneró en Mala ( de Mail ) Real)

Al otro lado de “La casa de América” la “Cruz Roja de Vigo” con puerta trasera de acceso por esta calle y frontal de estos edificios, la ” Avenida Cánovas del Castillo”. enlace entre A Laxe y O Berbés. Otro edificio a la derecha de la avenida “La Casa de Baños” (La Iniciadora)

En la ” Avenida Cánovas del Castillo” El bañista podía pedir a su antojo la temperatura del agua, dulce o salada, pues todos los cuartos tenían grifos para los dos líquidos. El segundo piso estaba destinado a hotel. A finales de 1.960 fue derribado por el Concello.

Entre las Avenidas y la Calle Pescadería había un mercado “Mercado de la Laxe”. En este se podían comprar los mejores pescados frescos, que traían aún vivos del Berbés, así como mariscos de todas las clases.


Las “Cigalas” A las que llamábamos “langostinos” eran muy asequibles en precio. A los vigueses no les gustaban mucho, pero cuando empezaron los visitantes a apreciar su sabor, pronto hizo subir el precio de las mismas ¡Como así ocurría con todos los productos!.
Los berberechos eran baratos, tanto que cuando íbamos a pescar, si le pedías un puñado de ellos ¡no te los cobraban!. Nos servían de buen cebo para la pesca de “Fanecas” en los muelles del mismo “Club Nautico”.También se podían conseguir en la playa de “La Guía” con cuidado de no acercarse mucho a la zona de la ETEA, vigilada por los marinos del ejército. ¡no era furtiva, era consentida!.
También recurso económico era “El Jurel grande” que llamábamos “Moscón” que igual que los berberechos usábamos para la pesca.
En el Puerto del Berbés, los pabellones de pescado acumulaban algunas especies que no se vendían por no ser aceptadas por los clientes, El Sable, Los Jurelos Grandes, Cazones, Rayas, algun pequeño tiburón que caía en las redes y eran llevados a las “Fábricas de Harina de Pescado”. Sus altos valores nutritivos hacen que la harina de pescado sea usada como ingrediente de alimentos de diferentes animales. No era extraño que llevaran mejillones y berberechos a los campos del Rural para abono de las fincas por la abundancia de éstas especies.
Junto al Mercado de la Laxe El “Hotel Continental” con sus elegantes puertas a la calle de la Laxe y Montero Rïos frente a la Estación Marítima, en primera línea frente al mar Durante muchos años fue el mejor hotel de Vigo.

Sin embargo, en la década de los 60 se decidió derribar ambos edificios. En su lugar, se construyó el Hotel Bahía y un edificio residencial de 11 alturas. Una de las mayores aberraciones cometidas en urbanismo fue el levantar el desproporcionado muro del edificio del Hotel Bahía en 1.971 que destruyó éste precioso Mercado.

Era una fachada litoral hasta el Berbés con edificios que armonizaban entre sí y que permitían contemplar el mar desde casi cualquier punto. De inmediato, el Hotel Bahía, con sus 18 plantas, se convirtió en una pantalla de cemento que impedía ver más allá de su fachada y que estrangulaba a todos los edificios a su alrededor.
Se estaba construyendo la Piscina del Real Club Náutico de Vigo en 1.963.



En la dársena del Real Club Náutico existían unas escaleras para bajar a las embarcaciones, y una batea flotante. En esta batea nos tumbábamos boca abajo introduciendo el brazo en el agua para pescar “camarones”. Venían a curiosear acercándose a la mano, y nosotros si podíamos los atrapábamos sujetándoles el bigote. También usábamos un artilugio hecho por nosotros, una lata larga y redonda a la que le abríamos orificios al fondo (Estas latas venían con la mortadela), para sujetarlas con un cordel. Luego echábamos un trozo de pescado o algún otro alimento en su interior. Cuando se metían dentro unos cuantos, sacábamos la lata y el agua se vaciaba por los agujeros ¡El camarón quedaba dentro!. El camaron era un cebo muy bueno para la pesca de “Robaliza”.
Unos setos vegetales protegían la vía del tren de vapor que pasaba cargado de mineral de hierro y los que volvían cargados de Pescado del Berbés.

Hasta principios de los años 1960 el tren llegaba hasta el puerto por un trazado que hacía insoportable la vida en el centro. Las vibraciones de las locomotoras de vapor dañaban los edificios y al salir del túnel en Rosalía de Castro provocaban accidentes de tráfico y densos y negros humos que producían sus calderas de carbón.
Estas palmeras tenía “Dátiles” que aunque pequeños, tenían buen gusto cuando estaban maduros. Para no recoger los del suelo, ya deteriorados, empleábamos el “Tirabolas” , que así lo llamábamos también conocido por “Tirachinas” El nombre tirachinas se debe a que en España “china” significa “piedra pequeña y a veces redondeada”. El tirachinas está formado por un marco (llamado también horqueta) generalmente de madera en forma de Y que dispone de dos tiras de goma atadas a las puntas superiores. Estas tiras sostienen una base de cuero, llamada badana, donde se sitúa el proyectil a tirar.

Los “Arcos y Flechas” válidos para lanzar las flechas hacia los dátiles. Estos Arcos los hacíamos con un marco, sacado de una rama, un cordel fuerte que atábamos a sus estremos. Para las flechas usábamos “vimbios” o “mimbre” en castellano ¡estabamos en “la Calle de los Cestos”

El tren permitía al ferrocarril enlazar la zona de la estación con el puerto pesquero, en ” O Berbés” por un túnel para salvar el gran desnivel existente entre la estación de Renfe y la zona litoral de la ciudad. La parte subterránea de la vía férrea atravesaba “García Barbón” frente a la “Iglesia de Santiago de Vigo“, y volvía a ver la luz al lado del edificio que hoy en día alberga al “Hotel NH”. La vía continuaba por la “calle Hospital”, hoy Pérez de Ceta, y bordeaba donde entonces había mar para llegar, por el tramo más bajo de Concepción Arenal, hasta Montero Ríos. Ya paralela al puerto, la vía continuaba hasta el puerto pesquero de O Berbés. Las dos entradas todavía se pueden ver en la actualidad, aunque una de ellas, se encuentra en el interior del aparcamiento de un edificio de la calle República Argentina. La otra se encuentra debajo de la salida de la autopista A-9, en la calle Alfonso XIII se ha convertido en una zona tremendamente depauperada. Funcionó hasta entrados los años sesenta, pero fue abandonada cuando se abrió la vía que, procedente de Redondela, recorre toda la costa para entrar en la zona portuaria por Guixar.

La entrada era enorme y la oscuridad de su interior total, así que entrábamos todos juntos con ayuda de una pequeña linterna. ¡Se consideraba una prueba de valentía cruzarlo, algo que casi la totalidad de nosotros pasó!
El enlace ferroviario del puerto por Guixar puso fin en 1963. La llegada en 1.958 de las primeras locomotoras diésel a Galicia, gracias al tratado de cooperación con Estados Unidos


Llegada de las primeras locomotoras diésel a Galicia, gracias al tratado de cooperación con Estados Unidos

EL PUERTO DE VIGO-ESTACIÓN MARÍTIMA


Terminal para viajeros en el muelle de Trasatlánticos, cuyas obras finalizaron en 1937. El edificio definitivo no iba a diferir mucho del primero en su composición arquitectónica. y comenzó a prestar servicio en septiembre de 1959 . Por ella pasaron miles de viajeros camino de la emigración o de regreso. En algunos estudios se llegó a barajar la cifra de 400.000 viajeros al año.
VAPORES DE PASAJE
“Vapores de Pasaje” llega en la década de los 60. Miles de personas utilizaban este medio de transporte para atravesar la ría que los separaba de sus puestos de trabajo, muchos de ellos vinculados al sector naval. Moaña, Cangas, Meira, Vilaboa o Domaio eran los destinos a la Península de Morrazo.

PUERTA DE “LA LAXE”
Es una de Ias “puertas” principales de entrada a Ia ciudad, de los viajeros y turistas nacionales y extranjeros, que llegaban en barcos al puerto. “La Laxe” daba directamente al mar, en un perímetro amurallado para proteger a Vigo de los saqueos de la ciudad. Fue el enlace entre A Laxe y O Berbés por avenida de Cánovas del Castillo
La muralla comenzó a ser derribada a partir de las autorización concedida por el Gobierno en 1861. El baluarte de A Laxe fue el último en caer ya cuando terminaba el siglo

PUERTA DE LA GAMBOA
Puerta “Gamboa” camino hacia Pontevedra. El 28 de marzo de 1.809 los hombres al mando del proclamado Coronel Morillo atacaron las puertas de Vigo y, en dos horas, lograron que los franceses entregasen la ciudad.



En la calle destaca al fondo izquierda la presencia la “peluquería y barbería de Pedro Fernández”, la más antigua de la ciudad. Por el negocio pasaron hace años Mariano Rajoy o Julio Iglesias, entre otros muchos.
La calle que vemos a la izquierda es “Calle Gamboa” .
Frente a la Calle Gamboa, en la esquina de Carral con Calle Victoria se habían instalado los “hermanos Rodríguez López” — fundadores de la marca de lácteos Larsa— para la venta y distribución de quesos y mantequillas de la Granja Arjeriz, de Chantada (Lugo), de la que el establecimiento tomaría su nombre definitivo. Arjeriz era la especialización de vinos , licores y productos de calidad antes de que se hablase del concepto de “gourmet”.Se vendían los productos de ultramar, las hojas de bacalao y las frutas y especias que daban aroma a aquellos locales. Para el transporte una furgoneta de motocarro para repartir la leche por todo Vigo. ¡Aún tenían los medidores que se usaban para el aceite y de venderlo a granel!.

Hacia atrás la “Floristería Casablanca” es la floristería más antigua que queda en Vigo

Esa floristería “Casablanca” que ya sumaba más de cien años de historia floral, y ese añejo comercio de “La Guía” haciendo esquina carral y Marques de Valladares.
A la entrada a carral por la puerta del sol “Heladería Capri“

PUERTA DEL PLACER
La “calle Calvo Sotelo” Desde 1981 Rúa de Elduayen. La “Calle Elduayen”, era el punto de separación entre las zonas alta y baja del barrio histórico. A la Puerta “Placer” abría el camino real hacia Tui, donde partía la vía de conexión con Castilla. Según describía Taboada Leal en su libro sobre Vigo de 1840, era una calle arbolada, con una fuente y muy buenas vistas, de ahí seguramente el nombre del ” placer “ ( que produciría el habitar en esa zona. Un gran número de fincas y árboles que había en el barrio del Placer luego desaparecerían para abrir la calle Venezuela.
Se accedía por la “Puerta del Sol” subiendo unas escaleras por la antigua “Bajada a la Pulga” pasa a llamarse “Bajada al Príncipe”. En lo alto de esta cuesta se hallaba la antigua torre de la Pulguiña que formaba parte de las defensas de la muralla de la ciudad. Hoy en día su nombre es “Calle Segunda República” desde el año 2.002. En el corazón de la ciudad, una vieja galería dónde el agua potable brotaba y viajaba a través de las calles para calmar la sed de los antiguos habitantes olívicos. Se trata de la Mina de Neptuno en esta calle.
El manantial en las faldas del Castillo de San Sebastián alimentaba esta y otras fuentes que formaban parte de una gran obra de ingeniería en lo que se conoce como “viaje del agua”. Vertía su agua al llamado “Depósito da Pulguiña”, situado en el mismo punto y que alimentaba numerosas fuentes a lo largo del Casco Vello vigués en el siglo XIX.


Terminaba el final en la vieja Muralla del “Castillo de San Sebastián” en la falda del Monte del Castro, que cerraba las murallas por el Sur a modo de ciudadela fortificada y dominando la villa desde su altura. En 1964 el 28 de Marzo se firma la cesión de los terrenos del castillo de San Sebastián y el Castro por el ejército al Ayuntamiento.


En este barrio, la Ronda de Don Bosco estaba el “Colegio Salesianos” mantienen el espíritu de Don Bosco (el fundador de la orden) de “convivir con los jóvenes y estar en el medio de ellos escuchando sus inquietudes sus inicios se sitúan en 1948 momento en que la antigua Caixavigo construyó el edificio que ocupa el actual colegio. La Ronda de Don Bosco, que en su momento fue como una primera circunvalación, se conoció también como “Ronda de Alberto Fresco” y de “Herederos de Fresco“, que era la familia propietaria de la mayor parte de los terrenos de la zona”.
Delimitada por las “calles Ronda Don Bosco”, “Velázquez Moreno” y la confluencia de las Calles “Queipo de Llano desde 1.981 Progreso” y Eduardo Iglesias”. uno de los pilares fundamentales de abastecimiento de productos frescos en la ciudad olívica, tanto si hablamos del núcleo urbano como de las zonas periféricas (Coruxo, Matamá, Valladares, Beade, entre otras). El actual edificio es de construcción nueva, ya que en 1975 el primitivo edificio fue derrumbado.


PUERTA DE LA FALPERRA
La Puerta “Falperra“, camino hacia Baiona. La “fuente” ganó fama por la calidad de sus aguas, hasta el punto de que se le atribuyeron especiales propiedades para combatir algunas de las epidemias a las que se enfrentó la ciudad a lo largo del siglo XIX y principios del XX

LA PUERTA DEL SOL

“Plaza del Capitán Carrero” y desde 1.981 la Puerta del Sol hasta el Barrio del Placer se ascendía hasta el antiguo “castillo de San Sebastián”, dejando a su derecha la parte alta del casco viejo formada por las calles Abeleira Menéndez, Herrería, San Sebastián, etc. Existían la calle del Placer Bajo, hoy Abeleira Menéndez, y la del Placer Alto, que es la que se conserva todavía y termina en la Ronda de Don Bosco.
La calle del Príncipe era un lugar de paseo de los vigueses.

En Principe 1.954

En Príncipe año 1958.

El “Gran Hotel “se modificó en 1977 lo transformándose en “edificio “El Moderno” una construcción situada en el número 1 de la “calle Policarpo Sanz”, esquina calle Carral.

Al lado de esta edificio salía el túnel que salía en un callejón con salida a la Calle Victoria.
El propietario de la boutique de la Porta do Sol, Segundo Gil Dávila, garantizaba a las damas viguesas la elegancia de las parisinas, «ya que en hermosura y distinción natural nada tienen que envidiarles»

Se corresponde con el bonito mosaico publicitario anunciando vinos y coñac Pedro Domecq. La mejora en el mosaico data de los años 60, cuando el portavoz de Pedro Domec en Vigo, solicito adosar un grabado sobre el cristal del dibujo, que realizó Unión Cristalera.

La boca final la podemos ver en la bajada que hay entre el “hostal el Águila”. Este pequeño callejón se llama “Joaquín Nogueira Alonso” y no tiene salida.

En esta calle vendían el carbón de cocina. Allí sufrí un gran susto. ”Acompañaba a un amigo que iba a comprar un poco de carbón. A pocos pasos de entrar en el callejón, un camión cargado de grandes cajas de madera conteniendo Juguetes (Se descargaban aquí para Tobaris en la calle Marques de Valladares), me cayó encima. No sabían como reaccionar, quedaron sorprendidos sabiendo que yo había quedado debajo. La suerte es que el cajón se apoyó en la pared al caer, y yo en el hueco. Un guardia Municipal me llevó a la consulta de un Médico instalado en la misma manzana, me reconoció y no me encontró ninguna lesión”



El Almacen de Juguetes, bisutería y quincalla estaba encima del tunel, en Marques de Valladares
En 1960, las cocinas de gas butano comenzaron a difundirse por el territorio gallego, en especial en los ambientes populares. Describo como era una cocina económica, estufa doméstica o cocina de hierro. En el frente, a la izquierda, las portillas del hogar o brasero y del cenicero; en el centro, la del horno. En la parte superior, a la derecha, recipiente para tener siempre agua caliente para cocinar. En la pared, registro del humero para limpieza y, sobre él, el cortatiro.

El Hostal Águila puede presumir de ser uno de los establecimientos hoteleros más antiguos de la ciudad.

Vestíbulo del Hostal el Aguila on su antigua puerta de madera.

A su lado Madame x (no era más que la marca de una faja ortopédica que el fundador tenía entre su variada oferta). Estaba al lado el Hotel Águila. Es la juguetería más antigua de la ciudad , los niños íbamos a mirar al escaparate los indios y vaqueros, y como no el fuerte. Fue una de las tiendas de ortopedia con más años.

En frente la histórica cafetería Méndez Núñez.

PUERTA DEL BERBES
Lo que era una pequeña aldea Vigo, en la esquina de la península, empezó a crecer desde esa pequeña playa de O Berbés. Ese lugar donde los pescadores sufrieron para salir adelante, fue el primer latido de una ciudad que pronto sería el motor económico de Galicia y una de las más importantes de España.

En 1951 Club Celta Berbés, permuta sus colores a camisa celeste con pantalón blanco -los colores celtistas-En 1952, siguiendo en Primera Regional, adquiere el nombre de Club Celta Casablanca, denominación que le acompaña hasta su desaparición al término de la temporada 53/54. El Turista fue una escisión del Gran Peña, que como su nombre indica, nació como una peña de amigos que trascendía la propia actividad deportiva. Club Deportivo Turista, popularmente conocido como Club Turista asciende a Tercera División en la temporada 52/53 al ser Campeón de Primera Regional.

Gracias una vez más Julián. Es gratificante saber que mis escritos te motivan a crecer y aprender cómo a mí, sigue así, mientras… aprendemos, crecemos y escribimos. Gracias, gracias, gracias, a Dios, el universo, la vida… por abrirnos estas puertas. 🙏🏻
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